Hola, soy Maura, dueña de CASA MAURA, mi casa particular en La Habana, dedicada al hospedaje de viajeros, una casa de renta con el concepto B&B, ubicada en la Habana Vieja.
Dicen que a mediados del siglo
pasado, la frita era un tentempié muy frecuente en las calles de La Habana. Los
puestos de venta pululaban por doquier, y no eran pocos los transeúntes que,
embriagados por su aroma, se detenían a degustar aquella suerte de hamburguesa
cubana. Mi abuelo, quien fue testigo de la gran demanda que provocaba, hablaba
maravillas sobre ella. Y hasta disponía de un “día de la frita en familia“, el
domingo, a fin de que nadie se quedara sin probarla.
Dicen que a
mediados del siglo pasado, la frita era un tentempié muy frecuente en las
calles de La Habana. Los puestos de venta pululaban por doquier, y no eran
pocos los transeúntes que, embriagados por su aroma, se detenían a degustar
aquella suerte de hamburguesa cubana. Mi
abuelo, quien fue testigo de la gran demanda que provocaba, hablaba maravillas
sobre ella. Y hasta disponía de un “día de la frita en familia“,
el domingo, a fin de que nadie se quedara sin probarla.
No tuvo que
pasar mucho tiempo para que mi abuela decidiera hacer sus propias fritas.
Todavía no sabemos qué hizo para conseguir la receta, pero el caso es que le
quedaban riquísimas, igualitas a las originales. Mi mamá, quien también
aprendió a hacerlas, cuenta que mi abuelita usaba ingredientes de primera, pues
mi abuelo era el carnicero del barrio. Y ése–no cabe duda–era un buen punto a
su favor.
A propósito
de los componentes de esta receta, hay que decir que la frita cubana se asemeja
a la hamburguesa americana, pero incluye ingredientes muy particulares, que son
los que la distinguen de su “pariente” anglo: carne de res, chorizo, ajo,
cebolla, pimientos verde y rojo, comino, harina, pimienta, sal y galleta en
polvo.
¿Cómo se
elabora? Aquí los pasos: lo primero que hay que hacer es moler la carne y el
chorizo junto con el resto de los ingredientes hasta conseguir una pasta
homogénea; después, formar bolas uniformes y cocinarlas un poco a la plancha al
tiempo que se aplastan para darles la típica forma plana. Lo que sigue es
freírlas durante un minuto y devolverlas a la plancha a fin de sacarles la
grasa sobrante.
Una vez
hecho esto, toca el turno de tostar los panecillos, untarles un poco de ketchup,
agregarles la frita y ponerles cebolla picadita más papas fritas al estilo
juliana. Listo. Y entonces… A degustar el sabroso platillo junto con un buen
batido de fruta!!
Si te
apetece saborear este bocadillo, te animo a que vengas a esta ciudad o a que lo
prepares en casa. Verás que no tiene nada que envidiarle a la famosa hamburger
americana. ¿Te apuntas, o no?
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