Cayo Levisa es el
nombre de una isla de 250 hectáreas que se encuentra a unos 6.7 kilómetros de
la costa norte de Cuba en el Golfo de México, en la provincia de Pinar del Río,
y forma parte del Archipiélago de los Colorados.
Situado sobre la costa norte de Pinar del Río y a solo dos kilómetros de tierra firme, esta pequeña isla (cayo, como se le conoce en Cuba) cuenta con una magnífica playa que se extiende por toda su costa norte en una longitud de 2500 metros y con la magia de su relativo aislamiento ya que solo se conecta con tierra a través de embarcaciones.
A Cayo Levisa se llega en una embarcación desde Palma Rubia (municipio de La Palma), en un agradable viaje que puede durar alrededor de 20 minutos; en el punto de embarque hay parqueo con guardia de seguridad donde puede dejar el auto.
En Cayo Levisa existe una instalación hotelera, Hotel Cayo Levisa, conformada por 20 cabañas.
Esta pequeña isla, de 2.5 km² de superficie, cuenta con una magnífica playa de arenas blancas, rodeada de mangle rojo y casuarina de 2 500 m de longitud y con el encanto de su relativo aislamiento.
Además de la encantadora playa, en el cayo también se pueden practicar deportes marinos, el buceo y snokerling en la barrera coralina que la rodea por el norte a aproximadamente 2000 m de su costa, con formaciones coralinas en buen estado de conservación que tienen una masiva colonia de estrellas de mar y gorgonias y una abundante y variada fauna marina.
También existe un centro de buceo con personal calificado y de experiencia para garantizar una máxima seguridad a los que visitan sus 15 sitios de buceo que hay explorados, los que forman parte de la barrera coralina de Los Colorados, una de las mayores del mundo y considerada entre los mejores del Caribe.
El arrecife de coral en Cayo Levisa es habitado por 500 especies de peces, 200 especies de esponjas y grandes poblaciones de moluscos, crustáceos y otros animales marinos. Hay muchos tipos de corales, gorgonias, abanicos de mar y varias especies de peces, incluyendo el bajo de piedra y el pargo rojo, así como crustáceos como las langostas, también viven en la región. Un atractivo particular de la zona es la presencia de trigonias, que son considerados como los fósiles más antiguos de vida en Cuba.
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