Ciro Bianchi
Para quien esto escribe fue una sorpresa
constatar la vigencia del Havana Special, ese trago que algunos llaman el
Manhattan cubano, y que el cronista suponía olvidado ya en la preferencia y el
paladar de los bebedores, aunque se reitera en la carta-menú de muchos bares no
estatales.
Una mezcla cuya invención se atribuye a
Constantino Ribalaigua, barman catalán radicado en la capital cubana, que se
inspiró en una línea de transporte de pasajeros y mercancías que hacía el
recorrido Nueva York-Cayo Hueso-La Habana-Nueva York.
Desde esa ciudad, el tren demoraba dos
días en llegar a Cayo Hueso, donde un servicio de ferry-boats, en una travesía
de diez horas, transportaba los vagones hasta La Habana. Esa ruta se
conoció con el nombre de The Havana Special y posibilitó que Cuba la
aprovechara para reafirmarse como importante suministrador del mercado
norteamericano.
Cruzar el mar sentado cómodamente en un
vagón de ferrocarril que antes avanzó sobre la cumbre angosta de una montaña de
coral, parece cosa de hadas. Como las hadas no existen, solo un
hombre como el multimillonario Henry Flagler fue capaz de una empresa como esa
que extendió la vía férrea hasta Miami y desde allí, de isleta en isleta, la
llevó hasta Cayo Hueso para conectar así con Cuba, el resto del Caribe y el
Canal de Panamá.
El camino de hierro se acometió con acero y
cemento de Alemania y maderas cubanas. Requirió de siete años de ingente labor.
Por largos períodos hasta 4 000 hombres laboraron allí de manera simultánea.
Tres ciclones —uno, con 200 trabajadores muertos— entorpecieron la
construcción.
De cualquier manera, el 22 de enero de 1912,
con la llegada a Cayo Hueso del primer tren procedente de Miami, Flagler hacía
realidad su sueño, y ese mismo día embarcaba hacia La Habana a fin de promover su
ruta sobre los cayos.
Veintitrés años después, el 2 de septiembre de
1935, un huracán de categoría cinco destruyó parcialmente la infraestructura
ferroviaria. Los propietarios de The Havana Special vendieron lo que quedó al
estado de Florida. Parte de esas ruinas son todavía visibles. Sobre partes de
ellas se erigió la red de carreteras que, desde 1938, une entre sí los cayos
floridanos y los enlaza con la península. Desde entonces los ferry no transportaron
vagones de ferrocarril. Prosiguieron su línea de pasajes y carga general y
dieron a los viajeros de ambos lados la oportunidad de visitar la orilla
contraria con su propio automóvil.
El ferry de Cayo Hueso se interrumpió después
de 1959. Hoy, a consecuencia del bloqueo impuesto a Cuba por Washington, el
Havana Special es solo el coctel creado por Constantino Ribalaigua, mientras
que en el Cayo un busto de Flagler recuerda la historia de su famoso
ferrocarril.
(tomado del
Diario Juventud Rebelde)
Este es un
pasaje del artículo escrito por Ciro Bianchi en Juventud Rebelde. El Havana Special
es uno de esos excelentes cócteles clásicos cubanos. Casa Maura te regala la
receta para que lo prepares y disfrutes en casa.
Ingredientes
1 ½ onza de
ron Havana Club Añejo Blanco
1 ½ onza de
jugo de piña
Marrasquino
Hielo
Piña
Modo de
preparación
En la
coctelera:
1 ½ onza de
jugo de piña, 1 ½ onza de ron Havana Club Añejo Blanco, 1 cucharadita de
Marrasquino, trozos de hielo.
Batir a
mano y servir colado en copa de cóctel.
Adornar con
una rodaja de piña.
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