Entre los cubanos existe una frase que muy pocos conocen su
origen, “ESE VIVE COMO CARMELINA”, es cuando queremos decir que alguien vive
sin preocuparse por el dinero, porque tiene de sobra.
Carmelina era la nieta consentida de José Arechabala Aldama
un vasco aplatanado en Cuba y propietario de un poderoso emporio industrial
incluido el ron Havana Club fundado en 1935, una de las fortunas mayores de la
isla. Nació Carmelina en la ciudad matancera de Cárdenas.
El refrán conocido en toda Cuba, está relacionado con la
vida que se daba Carmelina de fiesta en fiesta, de viaje en viaje, y vistiendo
fastuosamente de los mejores modistos de la época gracias al próspero negocio
de su abuelo dedicado desde 1878
a la producción de aguardiente y ron.
La consentida Carmelina y la familia en general, disfrutaban
de las comodidades y lujos que les brindaba las fortunas del abuelo, los
cardenenses, comentaban que la muchacha era algo así como una princesa envuelta
en trajes de seda, contando con dos señoriales casas, una en la ciudad y la
solariega en las afueras de la misma.
Ella era el símbolo de la abundancia y su forma de vida, el
sueño del ciudadano común de las décadas del 40 y el 50, pero los cardenenses
coinciden en presentar a Carmelina como una mujer simpática y mesurada.
Entrevistando en el balneario de Varadero a un sobrino nieto
de Javier Marques Arechabala, éste afirma que la frase tiene que ver con su
pariente Carmelina, mientras una amiga confesó de manera categórica a un
periodista, que la susodicha era una persona muy amable, generosa, sencilla, y
muy bonita.
Lo cierto es, que la frase: “Vivir como Carmelina”, forma
parte del rico refranero popular cubano, el cual está ligado a nuestras
costumbres, tradiciones y herencia cultural.
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