Hoy quiero hablarte de una de las atracciones
que tiene la capital cubana: El Barrio Chino. Al estar ubicado muy cerca de
Casa Maura, puedes visitarle caminando o si prefieres tomar un Cocotaxi o
bicitaxi.
Te sugiero
que hagas el recorrido a pie. Son apenas 20 minutos caminando, puedes
tomar por el Paseo del Prado buscando el
Capitolio y al girar a la derecha, luego de pasar la cúpula capitolina, veras
el hermoso portón que marca la entrada al Barrio Chino
La historia del asentamiento de los chinos rebasa ya los 165 años. A partir de 1847 llegaron miles de chinos, el primer grupo llego en el vapor Oquendo al puerto de La Habana. Se calcula que entre 1847 y 1874 entraron unos 150 mil chinos de Hong Kong, Macao y Taiwan, contratados para trabajar en plantaciones de caña y café, junto con los esclavos africanos.
Los chinos traían una cultura superior a la de los africanos y pronto derivaron hacia los oficios. Trabajaron en La Habana en la industria, el comercio, los servicios, las construcciones.
Por aquellos tiempos existía un espacio vacío en el centro de La Habana, cuyo eje central era la llamada calzada de la Zanja, por donde pasaba el agua del río Almendares hasta el Callejón del Chorro, con destino a las embarcaciones, en lo que hoy es la Plaza de la Catedral.
El chino Chun Long, con el nombre españolizado de Luis Pérez, funda en 1858, una fonda en la esquina de Rayo y Zanja, donde está actualmente el restaurante El Dragón, mientras su paisano Lin Si Yin (Abraham Scull) levanta un puesto de frutas. Así se inicio el Barrio Chino de la Habana.
Posteriormente a finales del siglo XIX llegaron unos cinco mil emigrantes chinos procedentes de California, Estados Unidos. Estos aportaron un gran impulso comercial a la comunidad china. Crearon restaurantes de lujo, tiendas de soda, teatros, bancos, bodegas, periódicos, funerarias, casinos y salones donde se ofrecían fiestas y bailes.
El conocimiento y uso de muchos vegetales se debe al cultivo que, en aquellos tiempos, realizaban los chinos. Y, sobre todo, el arroz, que se generalizó a partir de su llegada a Cuba, y hoy es indispensable en la cocina cubana.
Los chinos se mantuvieron fieles a sus costumbres en un principio, celebrando matrimonios entre ellos mismos, pero cuando muchos comenzaron a emigrar a otros países, los orientales que se quedaron se casaron con cubanos y blancos, y la raza se ha mezclado en forma notable. Hoy en día la mayoría de chino-cubanos son una mezcla de antepasados chinos, españoles y africanos
Recorriendo el barrio se encuentran cosas curiosas, como el Diario Popular Chino (Kwong-Wah-Po), que se sigue editando en la actualidad; un cine chino, en el que se proyectan películas en versión original, y una curiosísima farmacia homeopática china.
Lo verdaderamente curioso del barrio son las llamadas Sociedades Chinas de Instrucción y Recreo, pequeños casinos-bares-fondas-restaurantes, situados invariablemente en un primer piso, entre ellas estan : Sociedad China La Union de la Familia (San Nicolas, entre Rayo, Zanja y Dragones), Sociedad China Lung-Kwn-Sol (Dragones 364), Fonda Sue-Yuen-Tong (Dragones 355) y Fonda Chi-Tack Tong, que esta en una planta baja.
Hoy en día la principal atracción del Barrio chino son sus innumerables restaurantes muy apreciados por la familia cubana. Pero de estos establecimientos hablaremos en próximas entradas.
¿Has visitado
el Barrio Chino de La Habana? envíanos tus historias y fotos y las publicaremos
en este blog y en mi pagina de Facebook.
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