El sándwich cubano, se ofrece en diversidad de lugares de ventas de comidas ligeras por el mundo, ¿Sabes cómo surgió?
Su historia comienza con el llamado sándwich mixto que apareció en los quioscos, cafeterías y restaurantes informales de la isla durante los años 30. Este bocadito, se volvió muy popular entre los obreros cubanos de las fábricas de tabaco e ingenios azucareros de las ciudades de La Habana y Santiago de Cuba.
Con los viajes de los cubanos por esa época al sur de la Florida, ya fuera por negocio o por placer, el emparedado llegó a Tampa y Miami, fue ahí donde lo bautizaron como “cubano” para diferenciarlo del resto de los bocaditos.
La década del 60, y el aumento del número de cubanos en esa zona de los Estados Unidos, hizo que el sándwich cubano se convirtiera, en parte indispensable de los menús de los establecimientos de las ciudades.
Sus ingredientes pueden variar, pero lo básico, es el jamón, queso, carne de cerdo y vegetales, mayonesa, kétchup, mostaza u otro aderezo al gusto. No puede faltar el pan cubano y las lonjas de cerdo asadas, preferiblemente al carbón y además el jamón de pierna.
Sin embargo, la clave del éxito del sándwich cubano es el pan cubano. La corteza debe ser leve y crujiente y cuando se hornea, se coloca una yagua larga y húmeda para conferirle la consistencia ideal, esto deja unas marcas típicas alargadas y poco profundas en la corteza de la parte superior.
El toque final lo da la plancha, con su peso y el calor convierte al bocadillo en una tentación al paladar pues el pan queda caliente y el queso se derrite.
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